Tos persistente, falta de aire y cansancio al mínimo esfuerzo son señales que muchos pasan por alto, pero podrían revelar una enfermedad pulmonar crónica. Una prueba simple permite detectarla a tiempo.

Se estima que más de un millón de argentinos padece EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), pero la mayoría lo desconoce. Los especialistas advierten que muchos pacientes conviven con síntomas como tos, flema o sensación de ahogo y los atribuyen al cigarrillo, a la contaminación o al estrés, sin saber que detrás puede haber una patología respiratoria grave.

El EPOC suele avanzar lentamente y, en sus primeras etapas, casi no presenta síntomas evidentes. “El problema es que cuando los signos aparecen, ya hay un daño considerable en los pulmones”, explican desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. Por eso, recomiendan realizar una espirometría, un estudio rápido y no invasivo que mide la capacidad pulmonar y permite un diagnóstico temprano.

El tabaquismo continúa siendo el principal factor de riesgo, aunque también influye la exposición a gases, polvo o humo en el ambiente laboral. Los médicos remarcan que abandonar el cigarrillo es la medida más efectiva para prevenir el avance de la enfermedad, junto con el control regular y la vacunación contra la gripe y el neumococo.

Detectar el EPOC a tiempo cambia radicalmente el pronóstico: con tratamiento adecuado y seguimiento médico, los pacientes pueden mejorar su calidad de vida y frenar el deterioro pulmonar. “Escuchar al cuerpo y no naturalizar la falta de aire es clave”, concluyen los expertos.

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