La edición actual de MasterChef sumó un nuevo capítulo de drama y polémica con la crisis de Eugenia Tobal, una de las participantes más queridas del certamen. Según trascendió, la actriz habría tenido un momento de fuerte angustia durante una grabación y expresó su deseo de abandonar el programa.

El detonante habría sido una jornada particularmente exigente, con un desafío que salió mal y generó frustración en la concursante. Testigos del rodaje aseguran que Tobal se quebró en lágrimas frente a las cámaras, y que los jurados —sorprendidos— intentaron contenerla. “No puedo más, esto me supera”, habría dicho la actriz entre lágrimas.

La producción suspendió momentáneamente la filmación y convocó a una reunión para evaluar la situación. Allí, según versiones, se le pidió que continúe al menos hasta la próxima gala. El pedido buscó evitar un impacto negativo en la narrativa del programa y en la dinámica de competencia.

Fuentes allegadas a la artista sostienen que el conflicto no tiene que ver con el ambiente del show, sino con un momento personal de cansancio acumulado. “Eugenia está muy exigida. Quiere dar lo mejor, pero la presión es enorme”, contaron.

El caso generó una fuerte repercusión entre los seguidores del ciclo, que se volcaron a las redes con mensajes de aliento. Muchos destacaron su transparencia emocional y su profesionalismo. Otros, en cambio, criticaron a la producción por no priorizar el bienestar de los participantes.

El “escándalo Tobal” ya es uno de los temas más comentados del espectáculo local y promete seguir dando que hablar. En un reality donde todo se mide en rating, la sinceridad de una participante se transformó, una vez más, en el ingrediente más potente de la televisión.

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