La decisión de Pampita de implementar un esquema pago para otorgar entrevistas abrió un debate inesperado en el mundo del espectáculo. Lo que empezó como una filtración sobre su nueva política de prensa terminó generando una controversia que alcanzó su punto más alto cuando Yanina Latorre cuestionó públicamente la medida, acusando a la modelo de “volverse fría” y romper un código tácito con los medios.
Para Latorre, el problema no es solo económico, sino simbólico. La panelista sostuvo que la decisión de Pampita altera una dinámica histórica en la que artistas y periodistas mantienen un intercambio directo: las figuras brindan declaraciones y, a cambio, obtienen difusión y presencia mediática. Convertir esa interacción en un servicio pago, según Yanina, “cambia las reglas del juego” y podría generar distancia entre Pampita y el público.
El comentario disparó reacciones inmediatas. En redes, algunos apoyaron a Yanina por defender el rol de la prensa, mientras que otros señalaron que Pampita tiene derecho a valorar su tiempo, proteger su agenda y manejar su exposición en un mercado donde la demanda sobre su figura es constante. Para este grupo, la modelo está simplemente profesionalizando algo que siempre estuvo informal.
Cerca de Pampita explican que la medida no apunta a todos los medios, sino a entrevistas extensas, personalizadas y de alto valor comercial, especialmente solicitadas por plataformas digitales o programas que capitalizan el contenido en redes. Aseguran que continuará respondiendo en eventos, alfombras rojas y situaciones espontáneas, pero que las notas especiales ahora tendrán un esquema formal.
La discusión dejó al desnudo un dilema más profundo: ¿hasta qué punto una figura pública puede controlar su exposición sin afectar su vínculo con los medios? ¿Es una práctica legítima o un quiebre en una tradición del espectáculo argentino?
Mientras tanto, Pampita se mantiene en silencio y deja que el debate circule. Yanina, fiel a su estilo, ya instaló el tema en la agenda. Lo que queda por ver es si esta tendencia se limita a un caso aislado o si marcará un nuevo modelo de relación entre celebridades y prensa en la era digital.





