La anécdota viral de Marquitos Giles dio un giro inesperado cuando el desodorante que Enzo Fernández le regaló tras un partido comenzó a subastarse por una cifra insólita: medio millón de pesos. Lo que empezó como un gesto simpático entre un hincha y su ídolo terminó convirtiéndose en uno de los objetos más comentados de las redes sociales.
Todo ocurrió cuando Giles, fanático del fútbol y reconocido creador de contenido, relató en redes sociales que, al cruzarse con el campeón del mundo, este le alcanzó espontáneamente un desodorante que había utilizado en el vestuario. El gesto, que en su momento pareció una humorada, fue rápidamente celebrado por los seguidores del jugador y generó miles de interacciones.
Lo que nadie esperaba es que el objeto —un artículo cotidiano sin valor material relevante— se transformara en un ítem de culto para coleccionistas y fanáticos. En pocas horas, la publicación donde se anunciaba la subasta superó los comentarios y ofertas previstas, hasta alcanzar un monto que sorprendió incluso a sus organizadores.
Marquitos Giles explicó que nunca imaginó semejante repercusión y que la historia se volvió “más grande que el propio desodorante”. Según contó, su intención inicial era preservar el recuerdo, pero la insistencia del público por conseguir el objeto terminó impulsando la subasta.
Entre el humor, la especulación y el fanatismo, el episodio expone el impacto de las redes sociales en la creación de fenómenos inesperados, donde cualquier objeto vinculado a un ídolo puede convertirse en pieza de colección. Mientras tanto, el desodorante de Enzo Fernández continúa generando debate sobre los límites de la pasión futbolera… y del mercado.





